Y de la noche a la mañana me vi expatriada en El Cairo, viviendo entre pirámides, gatos resabiados y turbantes blancos...

domingo, 21 de septiembre de 2008

De regreso en Dubai.


He regresado a Dubai. El Reino Saudita queda atrás en el recuerdo. No se cuando volveré, el gobierno no concede fácilmente un visado y yo tengo que recuperar energías para volver a enfrentarme a todas esas restricciones de las que os hablé. Y no me refiero precisamente a la obligada vestimenta.

La verdad, ese hábito negro me pareció un invento con muchas ventajas. Que se te ha hecho tarde y no te da tiempo a vestirte como dios manda? te echas la abaya por encima y a correr. Que llaman a la puerta y estás en pijama? en un segundo, recuperas la pinta de persona. Y ni que decir tiene que el eterno problema de "qué me pongo hoy" y dar, enloquecida, la vuelta al armario varias veces, desaparece. Aunque bien valorado, ventajas incluidas, no estoy segura de que me guste vivir sin mis problemas de toda la vida, complicados somos...

En el avión de vuelta, ni rastro de todos aquellos señores barbudos en peregrinación a Meca. Nada de chancletas, toallas e imperdibles. De todo aquel exótico pasaje sólo reconocí a la señora de la máscara de cobre, regresaba a casa. A los demás, les extraño y recuerdo con una enorme fascinación.

Llegamos al aeropuerto, las 3 de la mañana. En algunas salas hay "overbooking". Montones de pasajeros en tránsito han instalado improvisados campamentos para echar un sueñecito. El trajín del aeropuerto no parece intimidarles. La mayoría están tirados en hileras, protegiéndose unos a otros. Algunos han escondido la cabeza debajo de los asientos y otros se la han cubierto con mantas, con el propósito de volverse invisibles, quién sabe.

Salgo en busca de un taxi y respiro de nuevo el aire libre y húmedo de Dubai.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Viaje relámpago pero lleno de recuerdos, vivencias y sobre todo, de un aura que no se respira en ningún otro lugar de la tierra.
Jo, mira como estan todos tirados en el suelo, pero recogidos y sin dejar nada desperdigado... que curioso.
Me alegra de que estes de vuelta por esos lares!

Celia Ruiz dijo...

Hola guerrera,
pues así estaban, pero montones. Además en grupos, estos de la foto eran indios o paquistaníes, había también grupos de africanos, pero no se mezclaban unos con otros.No vi ningún dubaití. Me hizo gracia lo de la cabeza debajo del asiento,seguro que un psicólogo diría algo...
un abrazo!

Anónimo dijo...

Pues esto también se ve en otros aeropuertos de Europa, pero no tan amontonados.
Bonita foto
Juanjo

Celia Ruiz dijo...

Hola Juanjo,
Pues sí, en Frankfurt por ejemplo hay ahora unas butacas con un apoya pies extensible y que son perfectas para echar una siesta, el mismo fin, pero otro medio.
Saludos