Y de la noche a la mañana me vi expatriada en El Cairo, viviendo entre pirámides, gatos resabiados y turbantes blancos...

martes, 24 de junio de 2008

Pasajeros con destino a Hurghada


Hace unos días me tocó visitar la famosa Hurghada, centro turístico en el Mar Rojo y pude compartir sala de espera, vuelo y hotel con cientos de turistas de toalla y chancleta.

La experiencia vivida echó por tierra mi convencimiento, de que la gente que viaja a Egipto es amante de grandes historias, de construcciones y ruinas milenarias, de los viejos cafés y de las mil y una noches.

Este simpático espécimen que encontré, no se conforma con la piscina de su pueblo, no. Recorre miles de kilómetros con el firme propósito de llegar a la playa. Una vez allí, se atrinchera en su hotel all inclusive, construido en mitad del paraje más inhóspito del mundo. Come y bebe en previsión de meses de escasez y dormita en la hamaca entre otros muchos traseros de su misma nacionalidad.

Pero bueno, esto es reflexión, nada más. Mi viaje comienza saliendo de casa. Como siempre, un tráfico de locos, y ya os he contado como las gastan los taxistas cairotas, yeeeeeeeepaaaa…nada nuevo, lo que si lo fue, fue toparme con un policía de control de equipajes un tanto revoltoso.

Antes de pasar por el arco de seguridad, dejo mi maleta de mano en el escáner, cuando Ufff dice el poli llevándose las manos a la cabeza, una plancha! Eso está prohibido madame…le miro estupefacta, jamás había oído semejante cosa, lo de los frasquitos y los mililitros ya me lo sabía, pero una inocente plancha, prohibida!, en cuestión de segundos comprendí. Montones de imágenes se me pasaron por la cabeza, vi a un pasajero atizando con la plancha al piloto, quemaduras de tercer grado a las azafatas, estrangulamiento con el cable, en fin, puras perrerías terroristas que al final derribarían el avión y que me hicieron darme cuenta del peligroso objeto que pretendía transportar.

Resignada a perderla ahí mismo, me dispuse a entregarla…pero amigos! el revoltoso me guiña el ojo, mira a derecha e izquierda, agacha la cabeza escondiéndose detrás del monitor y susurra, money, money…vaya, pensé, esto me suena...entonces llega la lucha interna, me tengo que portar bien...pero miro con ojos golosos mi plancha, además nueva! y me entra la tentación de deslizarle un billete en el mostrador...en fin, qué dilema moral, pero un grupo de turistas que se amontonaba en la terminal me salvó, circule, circule, dice alguien...con remango cojo la maleta y desaparezco en el tumulto.

Y ya sabéis, pasados trámites y aglomeraciones, llega la espera y con ella la calma y es cuando a mí me da por fisgonear todo lo que pasa a mi alrededor.

La sala se va llenando con turistas de diferentes nacionalidades, todos hacen escala, ninguno se queda en Cairo. Entra el primer grupo, veo caras orondas color cabracho, unas señoras mollejudas que van peinadas estilo años ochenta, de ángeles de Charlie reinventadas, otras estilo rock and roll furioso, ummm…esto me huele a peluquería de pueblo.

Entre unos y otros veo a una abuela anglosajona flaquita, como de 75-80 años que se ha vestido como para una tarde de Rodeo, camiseta de lentejuelas con la pechuga al aire, pantalón capri con flecos y sandalias de plataforma, vaya humor! me encantan estas extravagancias. En la cabeza lleva una pamela enorme de paja con flores rosas de mimbre, en donde ha conseguido, no se cómo, encajarse unas gafas de sol doradas tipo psicodelia. Está divina y así lo siente ella a juzgar por los contoneos que va dando entre los pasajeros.

Aunque el aire acondicionado nos tiene con 16 grados, al lado de Miss Rodeo, hay un grupito de despelotadas. Han salido de sus casas en Laponia, en tirantitos y bikini, dispuestas a tirarse a la piscina del hotel nada más llegar, no sea que vayan a perder un minuto del all inclusive. En fin, es una fauna de lo más variopinta, pero dónde están los egipcios??? Aquí, desde luego, no. Empiezo a desorientarme cuando nos llaman para subir al avión.

Dice usted, avión? pero esto es un avión? Madre mía!, no sabía que también había aviones tipo ¨santa-maría-purísima¨!!. Uyyyyy que canguelo me entra…

La tapicería no había visto un trapo en su vida y estaba llena de parches, rotos y despeluchados a partes iguales. Las ventanillas, portaequipajes y bandejas, medio descacharrados. Si al salir, te apoyabas en el asiento del pasajero de delante, se pasaba de rosca, te caía encima y le dejabas al pobre hombre en posición horizontal, como en una tumbona, la alfombra salpicada de manchas, y el motor hacía unos ruidos que no sabías si estaba perdiendo piezas o si el esfuerzo era tal que iba a reventar… en fin, quieeeeero salirrrr de aquíiiiiiiii!!! pero fuera, todo oscuro, el desierto nos espera… y dentro todas esas pamelas, esos tirantes y esos bikinis, socooorrooo.

Vi que nadie se inmutaba, entretenidos como estaban en planear sus días de playa y de copiosas meriendas. Y en esas elucubraciones estaba yo cuando me dormí hasta que el golpazo del avión sobre la pista me avisó que ya habíamos llegado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí sí...existen los aviones SMP...indudablemente...Ir hasta Egipto para encerrarse en un hotel all inclusive ya tiene narices, pero vamos que hay gente para todo...dudo oncluso que algunos sean conocedores que ese destino al que van Hurgada, quizá para muchos sea Hurdoga, Hurgoga, Hurdaga o vete a saber pertenezca a un país con tantos tesoros por ver, como el templo de Luxor, El Valle de los Reyes o las mismas Pirámides...
Saludos y a seguir con tu blog!
Carme

Celia Ruiz dijo...

Hola Carme!
Pues sí tiene narices hacer un viaje tan largo a un país como este para atrincherarse una semana en un hotel en medio de la nada. Ni salen a ver los corales, ni las montañas del desierto ni NADA!una señora me dijo que viene muchísimo y jamás había visitado nada, y que por supuesto, no se le ocurriría en la vida...que sitios bonitos hay muchos, pero lo que a ella le gusta es la playa...tela.

Anónimo dijo...

Bueno, pues si hay gente para todo, me alegro de que nos hayas contado una nueva aventura, siempre supone una alegria, es como no perder el contacto con este país..........
Amparo

Anónimo dijo...

Pues que gozada. Llevo unos cuantos dias intentando levantar el pais yo solo y en tan ardua tarea me ha sido imposible leer tus historias cairotas. Ahora que ya casi lo tenemos levantado gracias a los 3 goles de españa y al voto de Nekane, me he permitido el lujo de sentarme y disfrutar. ¡Y vaya si lo he hecho! ¡Animo cuñada, que da gusto leerte!
Besos
Miguel

Celia Ruiz dijo...

Miguelito,
calla, calla, los goles de España, me lo ví en un bar en Amman, y por poco me da algo...ahora vamos a ver que pasa el domingo, también lo veré aquí, los jordanos están de parte nuestra, creo, pero ya sabes cual es el problemilla en casa, uno alemán y la otra...yo. Aunque P. es muy pacífico, ya dice, gane quién gane, hemos ganado.Amén.