Y de la noche a la mañana me vi expatriada en El Cairo, viviendo entre pirámides, gatos resabiados y turbantes blancos...

miércoles, 2 de julio de 2008

De bigotes y música jordana















Ayer andaba yo en el este de Amman, cenando en un restaurante con nombre de cuento de hadas "érase una vez..."Aunque cueste creerlo, hacía un frio que pelaba, los techos eran muy altos y el aire acondicionado estaba a tope. En estos lugares hay que ser precavido y tener siempre a mano algo que echarse encima.

En la mesa de al lado se sentaba una familia norteamericana con dos chicas adolescentes que, por cierto, eran unas ridículas. Y digo esto porque no paraban de reir y gesticular cada vez que entraba alguna familia jordana vestida con el traje tradicional. De dónde vendrían, me pregunté, porque si en algún lugar del mundo hay estos exotismos y muchos otros es en USA. En fin, la escenificación era tan buena que rápidamente entendí que lo que más chirigota les causaba era el poblado bigote de las señoras de más edad...me sonreí y pensé en el mal negocio que es la depilación en algunos lugares.


La comida era un espectáculo. Bandejas y más bandejas con toda clase de delicias frías y calientes, entradas jordanas, sopas, asados, cordero, caza, dulces orientales, en fin, que se me apareció la tentación en forma de cazuela. Junto a la comida, había una pequeña cava de vinos que nadie tocó. Miré en todas las mesas con curiosidad y sólo encontré agua, en la nuestra también. Creo que el tema del alcohol lo toman en serio, por lo menos en público.

Después de semejante atracón, lo que me apetecía era una sobremesa tranquila, pero el frío y un músico del tipo "somnífero oriental" me dieron la noche. Las primeras piezas las escuché con atención, incluso aplaudí con entusiasmo, pero después de dos horas, no había cristiano que pudiera seguir con aquella tortura.

Llegó un momento en que ya ni los aspavientos de las americanas me mantenían despierta. Pero de pronto, de las cuerdas sale una musiquilla arabesca que me resulta muy conocida, escucho y escucho y reconozco por dios, por dios, un Porompompero!!! que el hombre somnífero masculla en árabe sin la gracia gitana de Manolo Escobar, of course. Ya no sabía a qué atenerme, me esperaba ver saliendo cualquier cosa, trajes de faralaes, peinetas y claveles, pero no, al final, no.

Hoy me pregunto, igual que aquello del huevo y la gallina, quién fue el primero con lo del porompompón, nuestro Manolo o alguna eminencia palestina. Al que tenga el dato, le ruego me informe, plis.

Y como este blog me ha salido muy musical, aquí va una información muy interesante para el que vaya a visitar en julio Jordania, el Festival de Música, en el que participarán, entre otros, Plácido Domingo y que tiene lugar en diferentes sitios históricos al aire libre, como la maravillosa antigua colonia romana -aprox. siglo I antes de Cristo- de Jerash o Gerala. Disfruten!






3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!
Encontré tu blog hace unos días y después de estar leyéndolo varias veces he de reconocer que me encanta las anécdotas que cuentas, como las describes y gracias a los detalles ue ofreces me encanta, me alegra, me ilusiona y por supuesto, te he linkeado.
Voy a seguir tu blog muy de cerca :D

Por cierto, vaya espectáculo el de la cena jajaja. La verdad, que cause tanta risilla que unas mujeres mayores no se hagan el bigotillo... es que hay que ser un poquito infantil. A mí lo que me causa es dejadez. Vamos, que dejarte ahí una peluseja es algo que no entiendo mucho, hay veces que molesta XD
Seguro que esa cena estuvo muy rica mmmm

Celia Ruiz dijo...

Pues sí, y que se rían del pañuelo jordano y las camisas blancas hasta los pies, no entiendo. Todos estaban mucho mejor vestidos que su padre, desde luego.
Y la cena, buenísima!
Saludos!

Anónimo dijo...

pues..como es la vida!. yo conozco a uno (muy de cerca) que le ponen las bigotudas, pero muuuuuuuuuucho.
a ti, a tí te digo! no pienso "llevarte" a Jordania. Que lo sepas.
besos a todos