Y de la noche a la mañana me vi expatriada en El Cairo, viviendo entre pirámides, gatos resabiados y turbantes blancos...

miércoles, 1 de abril de 2009

El Cairo. Mi barrio y sus asuntos cotidianos.


Hoy, entrando en mi calle, me he topado con una montaña de basura que ocupaba una plaza de aparcamiento. Parecía como si un gran contenedor, con todo tipo de desechos inorgánicos, muchos de ellos chamuscados, hubiera volcado en semejante lugar. Me quedé sorprendida y me pregunté cómo alguien había conseguido depositar tal cantidad de porquería en una zona limpia y muy transitada sin que le hubieran arrestado y azotado en el trasero en una plaza pública. Entended que esto último es más bien un impulso personal, que una realidad.

Me pareció que a nadie le afectaba este regalo de dudosa procedencia, aunque ocupaba la entrada de un precioso edificio antiguo que se dedica a actividades culturales y adornaba el camino hacia una interesante galería de arte moderno.

La garita de policía está a sólo un par de metros y los tres uniformados de turno, parecían no enterarse de nada porque les vi sacar sus taburetes al fresco y comerse un kushari con vistas a aquella inquietante montaña. Los de enfrente, capataces de un edificio en construcción, estaban sentados sobre la arena en unas sillas de plástico destronchadas por el uso y despachaban sus asuntos con los obreros, ajenos a cualquier cosa que ocurriera fuera de su entorno más próximo.

Seguí caminando extrañada, pensando en aquel miserable vertido cuando me encontré con la sonrisa desdentada de mi querido Mohamed, el bauab, que para la mañana, especialmente fría, había elegido una curiosa indumentaria y parecía disfrazado de guerrero sarraceno. Por la cabeza se había puesto un rodete de un paño grueso que dejaba colgando por los lados, como orejeras y sobre los hombros llevaba una especie de manta que le colgaba a modo de capa hasta el suelo y que dejaba ver un par de sandalias de goma negra que llevaba sin calcetines.

Le pillé en pleno desenfreno, reservando para los vecinos de mi escalera, un par de huecos de aparcamiento que habían quedado libres. Como se vio necesitado de ayuda, pegó un par de voces que llegaron a los portales colindantes y enseguida aparecieron como hormigas, otros compañeros de labores.

Advertí que todos los coches estaban aparcados en punto muerto y les vi desplazarlos estratégicamente a golpe de brazo, pie y cadera como si fueran autos de choque, ahora un metro hacia delante, poooomb, ahora estos dos hacia atrás, blommmmb, se iban acunando unos a otros. Así, con cada coche ocupaban dos plazas e impedían la entrada a los foráneos. Para rematar la jugada, colocaron un par de taxis en doble fila y bloquearon todas las plazas. Si os había quedado alguna duda de quién controla las calles en El Cairo, espero haberla despejado.

Me volví para repasar la jugada con una cierta perspectiva y descubrí que el último coche de la fila había quedado medio encaramado en aquella montaña de desperdicios como si tal cosa. Lo que en otro entorno me hubiera causado horror, aquí sólo me produjo un extraño hormigueo cercano a la diversión que acabó convertido en media sonrisa.

Ya en el ascensor, me prometí no intentar comprender este extraño, pero fascinante mundo, mejor lo disfrutaría.

*En la foto: "camión" cairota de recogida de basuras.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaj, bueno una anecdota más, gracias por compartirla, Kushari...eso es lo primero que quiero comer cuando pise el Cairo, un buen plato...que bueno!!!.
Besitos.

Masriya dijo...

Encontrar la lógica en Cairo es imposible. Mejor dejarse llevar y vivirlo tal cual. Ahí está el secreto :)

Saludos.

Rachel dijo...

Joe jajajaja Es que El Cairo is direfent jajaja ¿ Y la foto del camión de la basura? Lo más. Una vez más me has puesto la sonrisa en la boca y me has hecho añorar todo aquello.
Un Beso.

Marcoiris dijo...

Pues si, lo mejor reirse :-D
Me ha encantado la foto del basurero, muy autentico..
Un abrazo!

Celia Ruiz dijo...

Amparo,
el Kushari es riquísimo, sólo que luego te duele el estómago. Tienes que comer el de Tahrir.

Masriya22,
totalmente de acuerdo!

Rachel,
lo del camión es lo más,tienes razón. Así van recogiendo por la calle, sólo una vez vi uno normal, pero creo que no existen.

Marcoiris,
La recogida de basuras en Tampa será otra cosa, segurito,:-)))

Un abrazo a todos!!