Y de la noche a la mañana me vi expatriada en El Cairo, viviendo entre pirámides, gatos resabiados y turbantes blancos...

lunes, 2 de noviembre de 2009

Cuatro minutos y cien metros.

Bajo a la calle y camino unos metros pasando por la primera caseta de policía. Nada más verme, los tres mangarranes ojerosos y flacos, sacan la cabeza por el estrecho ventanuco e intentan aspirarme con sus labios, es lo de todos los días.

Paso a la acera contraria sorteando un tráfico imposible y camino sobre un arenal que se ha ido formando por las obras que empezaron hace más de un año y que parecen delirio de faraones. Me cruzo con los vigilantes, sentados junto a la valla de hojala
ta con las piernas estiradas y las manos calentando la barriga. Me miran de arriba abajo escudriñando cada ojal de mi camisa.

Apenas unos metros adelante, paso la segunda caseta de guardia con la mirada fija en el suelo, tratando de no hacer contacto visual y cuando por casualidad me doy la vuelta, sorprendo a los policías medio escondidos haciéndome fotos con el móvil. Me resulta desagradable y no se me ocurre otra cosa que meterme entre una hilera de árboles para alcanzar, sin ser vista, la siguiente esquina
.

Allí un chaval pasa en bicicleta, haciendo malabarismos con una enorme tablón lleno de panes sobre su cabeza. No me mira a la cara, no sabrá si soy joven o vieja, rubia o morena o si tengo bigote y barba. Está tan descaradamente concentrado en el escaso escote que llevo que se le va el manillar, la rueda to
pa con la acera y pierde el equilibrio. En un segundo, el tablón se desnivela y los panes ruedan por la calle. Festín de gatos.


Pero esto no ha acabado. Todavía me queda pasar por delante de la escuela y veo que los niños juegan fuera. El alboroto es tremendo, se zarandean y empujan como si fueran de trapo, alguna veces hasta se zurran, pero parece que es parte del juego. En cuanto me ven pasar, corren hacia mí curiosos y ponen en práctica su inglés, hello, what´s your name? es como siempre, sólo que esta vez se me acerca un grupo de unos 12 o 13 años que me rodean y me tiran sin parar del jersey, sigo caminando y uno de ellos me empuja por la espalda, son tantos que casi me asusto. No paran hasta que me ven con cara de pocos amigos, entonces gritan "sorry" gesticulando con las manos.

Hace tan sólo cuatro minutos y 100 metros que he dejado mi casa y esto que cuento es lo que vivo de una manera u otra varias veces al día, además es lo habitual para muchas otras mujeres. Las estadísticas dicen que el 83% de las egipcias y el 98% de las extranjeras sufren acoso sexual en la calle y en el transporte público y el 62,4 % de los hombres reconocen ejercerlo.

El Centro Egipcio para los Derechos de las Mujeres (ECWR) publicó en el 2008 un estudio titulado "Nubes en el cielo de Egipto". A partir de su difusión, se han promovido campañas de concienciación y educación contra el acoso.

Esperemos que esto sirva para que el futuro pinte mejor y haya menos carreras de "cuatro minutos y 100 metros".

13 comentarios:

Masriya dijo...

Celia, como siempre, excelente post.

A los únicos que les tolero un poquillo son a los niños, me parece que simplemente quieren practicar su inglés y me encanta relacionarme con ellos. Lo malo es cuando crecen y empiezan a emular a sus mayores...

Saludos

Dayana dijo...

Muy interesante y desconcertante a la vez. Seguramente uno podría aventurar conclusiones rápidas del por qué de este comportamiento, pero debe haber algún aspecto sociológico que lo explique mejor.

Te leo siempre desde mi Greader, aunque hacía mucho que no te dejaba un mensaje. :)

susana dijo...

celia,
me parece que tus lectores son muy jóvenes y no han tenido experiencias similares en españa. en época no muy lejana, algunos españoles se dedicaban a acosar visual y oraqlmente (hasta donde les llegaba el valor de ir siempre acompañados) a las chicas europeas, altas,bajas, gordas,flacas, simpáticas, antipáticas,accesibles o inaccesibles, a causa de un batiburrillo cerebral que nace de pensar que nuestras mujeres son intocables y las ajenas de nuestra propiedad si nos empeñamos lo suficiente.
en el colegio de mi hija, que solo tiene 26 años, comsideraban un juego que los chicos tiraran de la tira del sujetador a las niñas. enfin chicas el camino es duro pero...hasta la victoria.

Marcoiris dijo...

Recuerdo leyendo tu histori que en India cuando nos montabamos en los autobuses (que siempre iban abarrotados) que los indios aprovechaban para tocarle el culo a mi mujer a la minima oportunidad que tenian dentro del revuelo...
Un abrazo! :O)

Nativi dijo...

La violencia de género, en todas sus manifestaciones, y el acoso sexual desde luego es una de ellas, tiene muchas y profundas raices, por esto es tan díficil erradicarlo.
En este drama podriamos decir que los hombres son los "autores materiales del delito", pero intervienen muchos otros factores y "actores".
Me pregunto que educación recibieron esos hombres que te asaltaban visualmente.
No hace tantos años que en España viviamos esta realidad, pero con las "Suecas",¿recuerdas?

Unknown dijo...

sUy! es serio el asunto y yo que pensè habias amanecido con mucho tumbao.. Recuerdo un slogan de una agencia de viajes aca en mex que dice "egipto, miradas que no olvidaràs" pues a que miradas se referiràn?
Por otro lado te dirè que aca en mi ciudad que estamos tan acostrumbrados a la vestimenta costeña, a veces te sientes un poco igual a tu relato...

Unknown dijo...

Y dime tiene que ver el nivel de educacion o social de los acosadores?

Celia Ruiz dijo...

Masriya,

en cuanto tienen 12 0 13 años ya empiezan...claro que los niños son otra cosa, las intenciones también.

Dayana,

comportamiento muy enraizado y difícil de cambiar a corto plazo.

Susana y Nativi,

las dos habéis pensado en las suecas. El problema aquí no es el mismo, aquí se ataca invariablemente a mujeres en manga corta o con niqab, extrajeras o nacionales, a todas.
Aquí, consideran suyas a su madre, su esposa, hermanas o hijas, las demás están a su disposición.

Marcoiris,
hay que andarse con mucho ojo en esas aglomeraciones. Aquí, en el metro, las mujeres pueden viajar en un vagón especial, precisamente para evitar los tocamientos.

Lupis,
a mayor nivel social, más educación y menos agresión.
Pero este es un país muy pobre.

Abrazos a todos!

Anónimo dijo...

Muchas de las "imposiciones" de las religiones tienen raíces tribales. Yo no veo el velo como una herramienta de sometimiento al varón. Yo lo veo como una forma de proteger a la mujer de la vomitiva lujuria masculina. Cuando las leyes no eran como ahora, el que deseaba a la mujer de otro, lo arreglaba tirando por la calle de enmedio: Cuchillada al canto, y esta pa mí. Ocultar a la mujer de la mirada de los otros es la forma más fácil de ahorrarte problemas cuando estamos en un contexto de este tipo. Luego algún concilio decide que eso es palabra de Dios, y ya la hemos liado... Y de esos polvos, estos lodos.

Recuerdo un anuncio que abogaba por el uso del velo. En una imagen, aparecía un chupachups sin el plástico todo lleno de moscas. En la segunda imagen aparecía el chupachups con plástico, sin moscas, es evidente. Y es que la triste realidad es que las mujeres no son mucho más que eso para la mayoría de los hombres.

A mí, como hombre, me da un asco indescriptible ver cómo los egipcios miran a las mujeres. Que esto suceda a un nivel tan alarmante se puede deber a un montón de factores. Es difícil pedir que se respete a la mujer cuando todo el mundo vende la imagen de una mujer seductora, atractiva, preocupada fundamentalmente por agradar y gustar a los demás. Además, llevar velo no significa dejar de ser sexy. Estoy harto de ver chicas jóvenes con velo, pero con unos pantalones y jerseys tan apretados que no hace falta que enseñen mucho. Respetan la imposición social del velo, pero muestran de sí mismas todo lo que pueden, porque esa es la imagen que hoy día se pide de ellas. Únele a esto la condena social que tiene las relaciones prematrimoniales y extramatrimoniales y la prostitución. Únele a esto las dificultades sociales para poder casarse en Egipto y que hacen que el país se esté llenando de solteros y solteras. El resultado de todo esto es un genero femenino influenciado inconscientemente para exhibirse, y un género masculino que puede mirar pero no tocar.

Admiro a las mujeres que pueden vivir en este país sin dejarse amargar por algo tan desagradable como esto, sobre todo en una ciudad donde hay tanto hombre sentado rascándose la barriga. Yo, desde luego, habría optado directamente por lo que más me oculte.

Celia Ruiz dijo...

Anónimo,
Estoy contigo en que esto tiene raíces tribales y ni siquiera aquí, vienen más bien de los beduinos de la península de Arabia, pero como a todo lo que interesa imponer,le dan carácter religioso, porque es lo que nadie se atreve a discutir. Lo ubican incluso en el Corán y no es cierto, lo que pasa es que su libro sagrado es muy poético y da lugar a muchas interpretaciones y claro,pasa lo que pasa.

De todas formas, las mujeres lo eligen para protegerse y los hombres para esconderlas y entre unos y otros, con ayuda de la presión social, están construyendo una sociedad cerrada que nada tiene que ver con la que había en Egipto hace apenas 50 años.

Y la foto de las moscas! la tengo por aquí y saldrá en un post, seguro.

Gracias por comentar.
saludos!

Unknown dijo...

Madre mía! recuerdo que hace unos 25 años cuando yo montaba en el metro para llegar a mi trabajo a las 8 de la mañana me tropezaba siempre con algún tio salido que se ponía a mi lado y en los embates del metro antiguo se rozaba contra nosotras!!!Que asco! recuerdo también una mañana que yo me hbía puesto mis taconcitos finos y que dejé marcado a uno que estaba rozándose tanto que noté como algo se engordaba en mi muslo, busqué disimuladamente el pié del susodicho y puse mi pie de manera que el tacón quedase en la parte de u empeine y dejé caer con un pisotón el tacón en su pie! que direis que dijo el amigo! Pues nada se le hincharon los ojos(claro està) y poco a poco se fué alejando de mi!!!le volvía a ver algunas mañanas en el andén pero se cambiaba de localización, y me pregunto, su pie le haría recordarme? jeje, seguramente miraría antes de volver si a la que quería abasallar llevaba tacones ese día!;)

Celia Ruiz dijo...

Angeles,
si es que el lo del metro no es patrimonio de ningún país.

Un abrazo!

Ramon dijo...

Sinceramente, desviandome un poco de la opinión general, creo que si vas a un país debe respetar sus creencias o formas de vida. Resumiendo, si estás en Egipto y no quieres ser mirada lascivamente o devorada con los ojos hay una fácil solución: cubrete. No digo que esté mal o bien lo que hacen, no pretendo ejercer de juez moral. Pero, hay que ver la sociedad desde todas las perspectivas y tomarla en su conjunto. Si creces siendo hombre en Egipto, donde el sexo es un tema tabu, y el poder acceder a ello radica en muchas ocasiones en un matrimonio difícil de afrontar por muchos egicios, todo ello en una sociedad en el que se cubre a la mujer para protegerla de la lujuria de los hombres...¿no sería más facil cubrirse para evitar miradas? el hecho es que siendo varón en Egipto, rodeado por mujeres tapadas normalmento y con "hiyab" ¿Qué esperas si ven pasar una mujer enseñando escote? Reitero, en vez de mirar de modo tan superfluo, miren detrás del individuo en sí, y conozcan todo lo que hay detrás.
En todo caso, me adelanto a esas feministas redomadas en sus comentarios hacia mi como que soy machista, que estos países explotan a la mujer, etc. diciendo que "miren el patio de su casa", pues si analizamos bien España, hay se explota bien a la mujer pero de otro modo ¿Ejemplos? ¿Quieren vender un perfume? una chica "medio en bolas" y "en celo" ¿Quieren venderte una moto? otra chica medio desnuda y sugeriendo sexo ¿Quieres comprarte un bol de cereales kellog´s? más de lo mismo (irónia) Pon la televisión de tu casa o internet, y cuenta cuantas veces te "bombardean" con sexo, mujeres y hombres atractivos,etc. No considero la sociedad española mucho más "sana" que la de ellos. ¡¡Revisión!!!

P.D. Por cierto, vivo en El Cairo, y trás el tiempo que llevo aquí si pasa una chica en escote o con ropa que muestre sus piernas, por ejemplo, yo también miro; no por que la chica me parezca atractiva, o porque quiera "asaltarla" sexualmente. El caso es que al ser algo escaso en un país como este, llama más la atención, por tanto, miras más.
Un saludo