
Muchas veces me he preguntado por qué en esta ciudad abierta al mundo y empeñada en lanzar una buena imagen al exterior, no hay todavía un sistema de recogida de basuras que funcione, que la haga más amable y habitable.
Pasear por sus calles puede convertirse en una auténtica pesadilla, en una tarea llena de obstáculos, de cables pelados, ramas y hojarasca, de cristales rotos, piedras y comida maloliente, de excrementos varios y de interminables montañas de basuras vecinales. Si no eres persona de reflejos, lo tendrás complicado para subir y bajar de la acera con soltura, para saltar a la carretera sin que te atropelle un coche o para esquivar lo que tienes por encima de tu cabeza sin que te haga caer lo que tienes por debajo de tus pies.
Desde hace más de cien años, han sido los Zabalines los responsables de la recogida de basuras. Esta minoría cristiana copta vive, o mas bien malvive, del reciclaje de lo que encuentran recogiendo piso por piso y puerta por puerta los desperdicios de una ciudad de más de dieciocho millones de habitantes. Una vez en sus casas, en sus salas o cocinas, las mujeres y los niños analizan minuciosamente el contenido de cada una de las bolsas, separando el plástico y el papel de lo orgánico, que sirve de comida para los cerdos que crían.
Como este sistema de recogida parecía no funcionar, el gobierno egipcio decidió contratar, hace unos años, a un par de empresas extranjeras, incluida alguna española. La iniciativa fracasó desde sus inicios por la terrible estructura burocrática a la que se enfrentaron, los robos de material y la negativa de los ciudadanos a pagar impuestos por un servicio que aunque deficiente tenían practicamente gratis.
En cuanto a robos, algunos de los más curiosos se produjeron cuando los más avispados detectaron que aquellos contenedores de basura verdes podrían tener otros usos mejores para la propia economía doméstica. Así empezaron a usarlos como carro de la compra, tienda de frutas o de lo que fuera e incluso de aire acondicionado, cuando descubrieron que llenándolos de cubos de hielo podían aislar la casa del calor durante todo el verano.
Con este panorama, las empresas extranjeras hicieron las maletas y el servicio volvió a manos de los basureros coptos que se siguen valiendo de sacos, carros y burros para recoger las diez mil toneladas de basura que produce esta ciudad. ¿Sorprendidos?
Una vez, visité el barrio donde viven y seleccionan las basuras, Muqattam y escribí mis impresiones en un post, aquí lo podréis leer. Además, os adjunto un vídeo muy interesante sobre la vida en este barrio, lo entenderéis aún sin hablar inglés, las imágenes bastan.
Fr. Samaan y la ciudad de las basuras. Parte 1
Fr. Samaan. Parte 2
Nos vemos pronto, amigos. M*a salama.
9 comentarios:
veo que hay pocas diferencias con México, pero aquí están un poco mas organizados en cuanto al reciclaje, como ya escribí hace un pare de meses
Interesante reportaje!
Parecen vivir esta situación con absoluta normalidad.
Se me ocurre aquello de: "el pato es feliz en su sucio charco porque no conoce el mar"
Saludos.
Hola Celia,
Parece que es un sistema inamovible, enraizado y que, segun muchos, dejaría sin sustento a numerosos coptos que malviven de esta forma.
Viendo el panorama desalentador en cuanto a empleo por aquellos lares, no me extraña que boicotearan a los "intrusos".
Con tu permiso voy a colocar un enlace de un documental que está arrasando estos dias en los festivales americanos. Trata sobre 3 adolescentes zabalines, sus vidas, sus sueños y su aventura fuera de su entorno. No se puede ver completo pero sí una muestra.
http://www.mediathatmattersfest.org/watch/7/we_are_the_zaballeen#
Saludos
Santy,
yo he vivido en México y lo que he visto aquí, no ocurre en México ni por asomo, por suerte para todos.
Nativi,
con absoluta normalidad, casi igual que nosotros después del periodo de "adaptación"
Masriya, gracias por la recomendación!!, vale la pena verlo, además toca el tema de los "intrusos".
Hay otra película muy interesante, Marina of the Zabaleen, aquí más información:
http://www.treehugger.com/files/2009/09/film-preview-marina-of-the-zabbaleen-a-young-girl-garbage-collector.php
Un abrazo para todos
Hola. He pasado a visitarte y, como siempre (no falla), me has sorprendido. ¿Cómo puedo tener esta especie de nostalgia de El Cairo si nunca he estado allí?
Besos.
Noemí,
tendrás que venir,no fue Sabina quién dijo que, no hay peor nostalgia que añorar lo que nunca jamás sucedió?
Un abrazo cairota
Mi ciudad, es una tantas de Mexico, no es perfecta, dista mucho de serlo, pero creo que si es mas limpia que lo que describes, como es que no enferman?
Hola NN,
tienes razón, no se puede comparar con México, pero seguro que la falta de higiene les pasa factura.
A pesar de todo, creo que en México el peligro de pillar amebas,tifus, etc,etc, era mucho más alto que aquí.
Bienvenida al blog y un abrazo!
Simepre contándonos historias asombrosas de ese país al que tanto queremos ( aunque esté lleno de basura).
Un Beso Celia.
Publicar un comentario